Ambite. Un pueblo con gran historia desconocida
Por Dani Galán
El pueblo de Ambite se encuentra a unos 54 kilómetros de Madrid, es conocido por el monumento de los ojos, creado en el año 1969 por Federico Díaz Falcón. Este hombre también fue conocido por ser uno de los primeros españoles en llegar al círculo polar ártico.
Cada azulejo esconde ojos y dedicatorias, acertijos, efemérides, destinos del mundo, frases y personajes célebres, estos azulejos fueron encargados al artista talaverano Rafael García Bodas. Un lugar interesante de visitar, pero este pueblo nos regala dos lugares con leyenda.
Una leyenda tiene que ver con su Encima milenaria, En ella una joven se sentaba debajo de la Encina para llorar la muerte de su amado que había muerto en la guerra. Donde caían las lágrimas, las bellotas se volvían amargas y las otras eran dulces.
La segunda leyenda tiene que ver con el mirador de la Cruz de Ambite. Cuenta la leyenda que un caballero iba por estos parajes de noche cuando su caballo se despistó y de repente un rayo le iluminó el camino y vio que caía al precipicio, así que clavo una pata en la roca dejando la huella de la herradura, mientras que el caballero exclamaba “¡Valgame la Cruz de Ambite!”
Lo primero que hizo al descabalgar el caballero fue colocar una cruz de ramas para dar gracias a Dios y prometió ir a Tierra Santa para recuperar un trozo de la Cruz de Cristo. Años más tarde cumplió su palabra; la reliquia se puede observar el 3 de mayo. En la Parroquia del Pueblo.
Os mandamos una cálida invitación para que se unan a nosotros en nuestra emocionante aventura de descubrir los pueblos más encantadores y pintorescos de nuestro país. Nos complace enormemente compartir con todos la oportunidad de explorar rincones llenos de historia, cultura y belleza natural que hacen latir nuestros corazones con emoción.
Nuestro viaje nos llevará por senderos que nos conectarán con tradiciones ancestrales, arquitectura fascinante y paisajes de ensueño. Cada pueblo que visitemos nos regalará experiencias únicas y memorables que atesoraremos para siempre.