La Lamprea, “Vampiro de aguas dulces”
Por Mercedes Pullman
¡En mi último viaje a las Pesqueiras de Salvaterra de Miño, descubrí un mundo fascinante donde la historia se entrelaza con la naturaleza en un espectáculo sin igual! Ubicadas a lo largo del majestuoso río Miño en Galicia, estas estructuras ancestrales de piedra han sido testigos silenciosos del legado cultural y gastronómico de la región.
Al adentrarme en este escenario pintoresco, quedé cautivada por la milenaria tradición de la pesca de la lamprea. Este pez, con su aspecto primitivo y su método de alimentación casi mitológico, se ha convertido en un emblema de la zona, evocando imágenes de tiempos antiguos y leyendas perdidas en el tiempo.
Descubrir la historia detrás de la lamprea fue como sumergirse en un libro de cuentos. Desde su misterioso origen hace millones de años hasta su papel fundamental en la economía y la cocina local, cada detalle revelaba una conexión profunda entre el hombre y la naturaleza a lo largo de los siglos.
La lamprea, un pez de tonalidad azul y características que remontan a la era prehistórica, habita en las profundidades marinas que oscilan entre los 200 y 400 metros. Se destaca por su extraordinaria longevidad evolutiva, conservando sus peculiaridades prácticamente inalteradas durante un lapso de aproximadamente 500 millones de años. Este pez, clasificado como agnato debido a la ausencia de mandíbula, presenta un ciclo vital anádromo, compartido con otras especies como el salmón. Este ciclo le permite habitar en aguas marinas y luego trasladarse a los ríos para reproducirse, culminando su vida tras este proceso reproductivo.
Emergiendo hace unos 400 millones de años, la lamprea se presenta como el pez más primitivo y el único verdaderamente prehistórico, como se evidencia en su registro de identificación con una antigüedad considerable. Fue pionera en el desarrollo de estructuras como espinas y aletas radiales y lobuladas, estableciendo así un hito en la evolución pisciforme. Anterior, incluso a la era de los dinosaurios, la lamprea se caracteriza por su distintiva apariencia y comportamiento singular. Su rasgo más distintivo es su boca en forma de ventosa, equipada con un pequeño apéndice central diseñado para succionar la sangre de sus presas. Su habilidad natatoria es limitada, y manifiesta una aversión a la luz, lo que sugiere adaptaciones específicas a su hábitat y comportamiento alimentario.
La singularidad de la lamprea se encuentra fundamentalmente en su aspecto serpentino y su estrategia de alimentación, que sugiere similitudes con un “vampiro de agua dulce” debido a su peculiar dentición y su método de subsistencia. Este pez adopta un estilo de vida parasitario, caracterizado por su boca circular en forma de ventosa que se adhiere a las presas, consumiendo su carne y alimentándose de su sangre de manera similar a un vampiro. Cabe destacar que este parasitismo no provoca dolor en las presas y la lamprea concentra sus esfuerzos en la reproducción, siendo este su objetivo primordial antes de perecer.
Además, la relevancia de este organismo se extiende a las técnicas tradicionales empleadas en su captura. Específicamente en la región de Galicia, las Pesqueiras del río Miño se erigen como un método ancestral para la captura de este pez, empleando estructuras suspendidas en el aire acompañadas de faroles para poder ver el pez.
Los romanos construían las pesqueiras de piedra utilizando redes en forma de cono, conocidas como butrón, para su captura.
En el ámbito práctico, los pescadores de la región gallega emplean la disposición de los antiguos muros de piedra construidos hace siglos para dirigir el flujo de lampreas hacia las redes dispuestas, estrategia que ha mostrado ser eficaz a través del transcurso del tiempo. Se estima que actualmente existen alrededor de 500 de estos dispositivos de pesca distribuidos a lo largo del curso del río Miño, resaltando así la significativa importancia cultural y económica que la lamprea posee en esta área específica de España.
Experimenté la emoción de presenciar cómo los pescadores locales aprovechan astutamente la configuración del entorno para capturar a estos peces “vampiro” en su propio hábitat, una técnica que ha perdurado a través de generaciones y que sigue siendo efectiva hasta el día de hoy.
La tristeza se apodera de aquellos que presencian la gradual desaparición de la lamprea de los ríos. El deterioro de su hábitat natural y la intervención humana en los ecosistemas acuáticos han provocado un declive preocupante en las poblaciones de este enigmático pez vampiro de aguas dulces. La disminución de los caudales de agua, la contaminación, la construcción de presas y el cambio climático son solo algunos de los factores que contribuyen a esta alarmante situación.
La progresión es casi continua. De los 22.969 kilogramos de hace una década se pasó a 2.956 en el 2023.
La Voz De Galicia. Mónica Torres
En cada paso que di por este paisaje impregnado de historia, me sumergí más en la fascinante cultura de Galicia y en la esencia misma de la lamprea. Mi viaje a las Pesqueiras fue una experiencia inolvidable que despertó mi curiosidad y mi aprecio por la riqueza cultural y gastronómica de esta región única en el mundo.